GOZOS A NUESTRA SEÑORA DE RONCESVALLES
—Extrets del llibre "Santa María en Navarra" de Jesús Arraiza. Ed. Caja de Ahorros Municipal de Pamplona. 1990—
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| Mare de Déu de Roncesvalles Foto extreta del llibre esmentat |
Salve, refulgente estrella,
Salve, vida y salvación,
Salve, azucena bella,
Salve, imán del corazón.
Entre luces celestiales
Y aromas del paraíso,
Diste en este pueblo aviso
De morar en sus umbrales.
Un gran ciervo, con su huella,
De tu imagen dio razón.
Un monte adoptar quisiste
Para trono de tus gracias,
No con rosales ni acacias,
Que entre acebos lo pusiste;
Y entre acebos, cual estrella,
Sois guía en esta región.
El ciervo con sus luceros,
Los ángeles con su canto,
Allí fueron el encanto
De todos que, muy sinceros,
Rindieron a la Doncella,
A porfía adoración.
Nuestros padres con afán,
En tiempos la veneraron
Y prudentes la ocultaron
por temor al musulmán:
Mas aparece la estrella,
De Roncesvalles blasón.
Madre piadosa y clemente,
Ocupasteis la gran sierra;
Por patrona de esta tierra
Luego os aclamó la gente,
Y en este monte se sella
La ley con el galardón.
Vos sois seguro baluarte
Y castillo de Navarra
Vencisteis la cimitarra
De la morisma arrogante;
Vos sois, en verdad, Aquella
Que causó su destrucción.
Eres monte de piedad
Que das con sólo la ofrenda
Del corazón, que es la prenda
Predilecta a tu bondad:
Feliz quien por Ti destella
lágrimas de devoción.
Tus favores son, María,
Verdadero monte de oro,
Y el escondido tesoro,
Hoy se da a la luz del día.
Del devoto eres estrella
De dicha y consolación.
En tu trono colocada,
Nuestro encanto aquí has de ser;
Pues siempre te hemos de ver
En tu risueña mirada;
En él tu poder descuella
De continua bendición.
Salve, azucena bella,
Salve, imán del corazón.
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