RELATO CURIOSO DE UN SOLDADO HERIDO EN LA GUERRA DE MELILLA, DEVOTO DE NTRA. SRA. DE LOS DESAMPARADOS.
—No està clar a quina guerra de Melilla es refereix: podria ser la primera (1893) o la segona (1909)—
—No està clar a quina guerra de Melilla es refereix: podria ser la primera (1893) o la segona (1909)—
Primera parte.
Virgen de los Desamparados:
os pido con humildad
pueda un milagro explicar
que es muy digno de contar.
Con un devoto soldado
que en Melilla vino a obrar
que mandaron a la guerra
con el moro a pelear.
Cuando éste en fuego entró
él de su pecho sacaba
una estampa de la Virgen,
y estas palabras hablaba.
Virgen de Desamparados:
mira el peligro en que estoy
en esta lluvia de balas
a perder mi vida voy.
Mírame qué triste estoy;
no oigo mas que jemidos,
y me encuentro rodeado
de muchos muertos y heridos.
Junto con mi corazón
vuestra estampa llevaré;
en vuestro nombre, María,
mi patria defenderé.
Sostuvieron un combate
con esos moros malvados;
eran pocos españoles
y once soldados quedaron.
Por no verse prisioneros
en aquel fuerte combate,
a la fuga ellos se dieron
por si podían salvarse.
Llenos de temor huian;
pero los moros malvados
hicieron una descarga
y mataron diez soldados.
El otro herido quedó
y él al suelo se rrojaba
por ver si haciendo el muerto
asi su vida salvaba.
Al momento cuatro moros
al soldado se acercaron
le quitan el uniforme
y el dinero le robaron.
Segunda parte.
Cuando los moros se fueron
al punto se levantó.
"Virgen de Desamparados,
vuestro amparo espero yo.
Mira como herido estoy
y sin ropa me han dejado,
valeme en esta ocasión
Virgen de Desamparados.
Madre del alma querida,
derramando sangre estoy
por defender nuestra patria
a perder mi vida voy.
¡Qué solo me encuentro yo!
Muy pronto va anochecer
y en esta tierra de moros
mi existencia dejaré.
Madre de mi corazón,
qué lejos estoy de tí,
sin fuerzas me estoy quedando
yo pronto voy a morir.
Yo quisiera, madre mía,
un beso poderte dar,
y moriría tranquilo
si te pudiera abrazar.
Ven, madre mía querida,
y a tu hijo lo verás.
Con qué sentimiento muero
sin poderte a tí abrazar."
Entonces oyó una voz
del cielo que le decía:
"Sigue por ese camino
que vas a salvar tu vida.
No tengas que detenerte,
de tu herida estás curado;
de todos tus compañeros
pronto serás abrazado."
Diciendo, el camino emprendió
"Vos sereis mi aparadora."
A poco rato se vió
con las tropas españolas.
Cuando llegó al campamento
los soldados lo abrazaron
contandoles el milagro
así llorando él hablaba:
"Virgen de Desamparados,
ya que sois mi salvadora,
amparad a los soldados
que tu protección imploran.
Libra todos tus soldados
que van por mar y por tierra;
a prisioneros y heridos
en esta terrible guerra.
En los campos de Melilla
mucha sangre se derrama;
concluye con esta guerra
y libranos de las balas.
Amparadnos con tu manto
y alcanzadles la victoria;
los que han perdido sus vidas
los llevareis a la gloria. Amen."
Font: Arxiu Josep Companys Plana de Tarragona |
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